Silencio en la alcaldía, firmeza en el relevo: la otra cara del poder en Tamiahua


Tamiahua, Ver. – Las lluvias no piden permiso y los desastres no esperan a los discursos. En medio de un temporal que ha golpeado con fuerza al sur y sureste del país, algunas autoridades han dado un paso al frente… mientras otras simplemente se esconden detrás del cargo.

El paso del huracán Eric y las intensas tormentas han dejado a su paso afectaciones severas en múltiples comunidades de Veracruz, incluyendo Tamiahua, donde la electricidad ha desaparecido en zonas como Papatlar, La Reforma y Benito Juárez Playa. Allí, familias enteras sobreviven entre la oscuridad y la incertidumbre.

Pero no todo es abandono. Ayer, la gobernadora Rocío Nahle demostró que el cargo también implica cercanía y humanidad. A través de sus redes sociales expresó su compromiso de mantenerse al tanto de los reportes ciudadanos y brindar atención en medio de esta emergencia. Más allá de una declaración, su gesto representa una forma distinta de hacer política: cercana, sensible y en tiempo real.

La presidenta municipal electa de Tamiahua, Citlali Medellín Careaga también ha dado un ejemplo de responsabilidad cívica, incluso antes de asumir formalmente su cargo. Con claridad y sin caer en protagonismos, se ha puesto al servicio de la ciudadanía, levantando reportes, escuchando a las comunidades afectadas y exigiendo respuestas a la Comisión Federal de Electricidad, que hasta ahora ha fallado rotundamente en cumplir con su función básica.

No es la primera vez que la alcaldesa prefiere el confort de la indiferencia ante las necesidades reales del pueblo. Emergencias anteriores también fueron ignoradas. La diferencia hoy es que la ciudadanía ya no está dispuesta a tolerarlo, y que una nueva generación de liderazgo –como el que representan la gobernadora y la presidenta electa– está lista para marcar un nuevo rumbo.

Y mientras la futura alcaldesa da muestras de compromiso y liderazgo, quien sí ostenta actualmente la autoridad municipal guarda un silencio que ya es costumbre. Guadalupe Rodríguez, aún presidenta en funciones, ha vuelto a brillar por su ausencia en el momento en que Tamiahua más la necesita.

En medio de lluvias y apagones, lo único que brilla en Tamiahua no es la infraestructura, sino el compromiso de quienes sí entienden lo que significa servir. Porque la diferencia entre gobernar y figurar se nota más cuando la tormenta arrecia.