Tamiahua, Ver.- Tras los contundentes señalamientos de la alcaldesa electa Citlali Medellín Careaga sobre el presunto desastre financiero y administrativo que dejará la actual administración de Guadalupe Rodríguez Torres, la cuenta oficial del Ayuntamiento de Tamiahua publicó una larga y contradictoria defensa en redes sociales, en la que intenta deslindarse de irregularidades y, al mismo tiempo, descalificar los logros pasados de su antecesora.
En la publicación, la administración encabezada por Rodríguez afirma que los proyectos impulsados por Medellín —particularmente la modernización del camino La Puntilla – Palo Blanco – Tantalamos— presentaron errores técnicos y nunca fueron aprobados, atribuyéndose a sí misma (con una solicitud fechada en 2022) la validación de dicho proyecto hasta 2025. Sin embargo, el argumento se debilita cuando se revisan los documentos que ellos mismos publican: tres caminos, tres observaciones sin solventar, y un silencio sobre los montos asignados o gestionados.
Más revelador aún fue el grupo interno de WhatsApp titulado “Difusión Ayuntamiento Tamiahua”, donde funcionarias como Mayra Rojas y otros integrantes coordinan la difusión de esta narrativa oficial. “Vamos a mover esta publicación”, escriben a las 8:16 p.m., reconociendo abiertamente el uso de recursos públicos para defender la imagen de Guadalupe Rodríguez. “Es un buen momento para defender los logros de esta administración y de la #4T”, dice otro mensaje, confirmando que no se trata de información técnica sino de estrategia política.
Resulta irónico que una administración que se dice comprometida con el pueblo esté más ocupada en montar campañas de redes sociales que en responder por los pliegos de observaciones del ORFIS y la Auditoría Superior de la Federación, los cuales, según Medellín, apuntan a un daño patrimonial severo y a un cúmulo de deudas con proveedores, demandas laborales y rezagos en servicios básicos.
El intento desesperado por revindicar su gestión con publicaciones y hashtags no borra los adeudos ni los basureros que siguen abiertos, ni los contratos sin solventar. Tampoco cambia el hecho de que, como señaló Medellín, el relleno sanitario que presumen sigue sin operar, y que la propia ASF tiene a la administración de Rodríguez bajo lupa.
Mientras en los chats oficiales se reparten instrucciones para “mover la publicación”, la ciudadanía de Tamiahua sigue esperando transparencia, servicios públicos y respuestas reales. Porque hashtags sobran, pero las auditorías hablarán más fuerte.
Y en enero de 2026, los que hoy escriben comunicados desde el Ayuntamiento, tendrán que firmar con nombre y apellido el acta de entrega-recepción. Y entonces, las publicaciones de Facebook ya no los podrán salvar.