Tamiahua, Veracruz, 12 de abril de 2025.- En política, los números no mienten, y en Tamiahua, un municipio de 23 mil habitantes, los datos pintan un panorama claro: Citlali Medellín Careaga está a punto de barrer en las urnas. Con 12 mil personas habilitadas para votar, la exalcaldesa y exdiputada local ha logrado lo que pocos: consolidar un respaldo que hoy supera las 5 mil personas, según fuentes cercanas a su equipo. Y no es solo una percepción; el hartazgo de la ciudadanía con la actual administración y sus maniobras políticas está allanando el camino para lo que parece un triunfo inevitable.
En las elecciones de 2021, votaron 10 mil personas en este municipio; en 2024, la cifra cayó a 9 mil. Pero este año, la historia podría ser diferente. La gente está harta, y no solo de Linda Guadalupe, la presidente en turno, sino de su concubino, Ernesto Lara, un operador político que ha colocado a dos candidatos en la contienda: Cindi Nolasco, por MORENA, y Jorge Lara, por el Partido del Trabajo. Sin embargo, el truco no parece estar funcionando. MORENA, a pesar del respaldo de la administración actual, apenas ha logrado afiliar a unas 400 personas. Una cifra irrisoria frente al músculo que Medellín ha construido.
Los adversarios de Medellin Careaga apenas tienen presencia en redes sociales. La página de Citlali, en cambio, ha crecido de manera orgánica hasta alcanzar cerca de 65 mil seguidores, un reflejo de su trabajo previo como alcaldesa y diputada. Es un capital político que no se fabrica de la noche a la mañana.
La competencia, en contraste, parece desdibujada. Sin seguidores, sin arrastre y con una ciudadanía que ya no cree en las promesas de siempre, el escenario está puesto para que Citlali Medellín no solo gane, sino que arrase. En política, como en la vida, el que no entiende el pulso de la gente está condenado a perder. Y en Tamiahua, ese pulso late fuerte por una candidata que hoy parece imparable.